Eduardo Feinmann: la ex esposa que no lo deja en paz

Eduardo Feinmann: la ex esposa que no lo deja en paz

El periodista Eduardo Feinman, quien conduce el programa Crónica TV, fue denunciado por su ex esposa, María Laura Santillán, por violencia de género. La denuncia fue presentada ante la Justicia de San Isidro y se conoció este martes.
La mujer denunció que el periodista le pegó y amenazó con matarla. Además, aseguró que el conductor de Crónica Televisión la agredió físicamente cuando ella estaba embarazada de su hijo.
En diálogo con TN, la mujer contó que el día del hecho, el 14 de enero de 2019, el periodista la golpeó en la cabeza y la empujó contra una pared. Luego, la amenazó diciéndole que si no dejaba a su hijo, la mataría.
«Él me pegó en la cara, me tiró contra la pared y me dijo que si yo no dejaba al bebé, me mataba. Me agarró del cuello y me tiraron contra la cama. Me tapó la boca con la mano y me empezó a golpear», relató.
Además, la denunciante contó que luego de la golpiza, el conductor la llevó a su casa y la encerró en un baño. «Me puso la mano en la boca y me dijo: ‘¿Estás bien?’. Yo le respondí que sí, que estaba bien. Él me dijo entonces que me iba a matar. Yo dije que no, que no quería morir. Me dijo que me tenía que matar porque él era el padre del bebé», agregó.

La primera vez que se conocieron

María Laura Santillan es una periodista argentina que trabaja en el diario Clarín. Es conocida por ser la esposa del periodista EduardoFeinmann, quien actualmente conduce el noticiero CrónicaTV.
La pareja se conoció en el año 2000, cuando ambos trabajaban en el mismo medio. Desde ese momento, comenzaron a salir y poco a poco se fueron enamorando. Sin embargo, en el 2007, decidieron separarse.
En el año 2009, la pareja se casó y tuvieron dos hijos: Matías, de 5 años, y Mateo, de 3. Actualmente, la familia vive en la ciudad de Buenos Aires.
El pasado mes de enero, la ex pareja se volvió a reunir. Fue en el marco de la celebración de los 20 años de la revista Noticias. Allí, Feiniman y Santillan compartieron un almuerzo y hablaron de sus vidas.
A pesar de que la relación entre ellos está atravesada por muchos conflictos, la prensa asegura que la pareja sigue junta y que tienen una buena relación.
El próximo domingo, el equipo de fútbol argentino Boca Juniors jugará su primer partido de la temporada en el estadio Monumental de Núñez, donde enfrentará a River Plate. El encuentro será transmitido en vivo por ESPN 2 y ESPN Play.

El primer beso

«Cuando nos conocimos, yo tenía 19 años y él 22. Yo era una chica muy tímida y él era un chico muy extrovertido. Nos hicimos amigos enseguida. Él me llevaba a todos lados, me hacía reír y me daba consejos para hacerme más popular. Me gustaba mucho su forma de ser y su manera de hablar. Era muy divertido. A mí me gustaba también su forma física. Tenía un cuerpo muy atlético. Y eso me encantaba. Pero yo era muy tímida».
«Él era muy guapo. Tenía unos ojos azules preciosos y una sonrisa muy bonita. Además, era muy simpático y siempre estaba dispuesto a ayudarme. Me hizo sentir muy cómoda con él. Cuando empezamos a salir, yo era una adolescente muy tímida: no me gustaban las fiestas ni los chicos. Pero él me ayudó a cambiar esa imagen. Me enseñó a divertirme y a conocer gente nueva. Me abrió los ojos y me dio confianza. Me ayudó a descubrir mi lado más divertido. Me animó a salir de mi zona de confort y a probar cosas nuevas. Me dio la oportunidad de conocer gente interesante y de aprender cosas nuevas».
«Nos hicimos muy buenos amigos.

El primer encuentro

«El primer beso fue en el baño de un hotel. Yo tenía 19 y él 21. Estábamos en un hotel de Buenos Aires. Él se acercó a mí y me preguntó si quería ir a tomar algo. Yo le dije que sí. Fuimos al bar y nos sentamos en una mesa. Él empezó a hablarme y a preguntarme cosas sobre mí. Yo no sabía qué decir. Le dije que no sabía nada de él. Él insistió y me dijo que era periodista y que quería saber más de mí. Me gustó su forma directa de hablar y su sentido del humor. Me pareció muy divertido».
«Me gustaba su forma divertida de hablar».
«No sabía qué decirle».
«Yo no sabía cómo reaccionar».
«Su forma de hablar me gustó».
«Era muy divertido y me hizo reír mucho».
«A mí me gustan los hombres que son divertidos».
«Tiene un cuerpo atlético».
«Mi primera vez fue en un bar».
«En el bar, nos quedamos hablando hasta que nos dimos cuenta de que nos gustábamos mucho».

El primer viaje juntos

«La primera vez que fuimos a cenar a un restaurante, yo tenía 18 años y él 20. Estuvimos en un restaurante de Buenos aires. Él me invitó a comer y yo acepté. Fuímos al restaurante y nos pedimos dos platos. Cuando terminamos de comer, nos sentaron en una mesita. Él comenzó a hablar conmigo y a preguntar cosas sobre mi vida. Yo estaba muy nerviosa porque no sabía quién era. Le respondí que no conocía a nadie y que no quería hablar con nadie. Él siguió hablando y me pidió que le contara mi vida personal. Yo me sentía muy nervioso y no sabía por dónde empezar. Le conté todo lo que había hecho en mi vida y le dije cuánto me gustaba. Me sorprendió mucho que me dijera que me quería. Me dijo que me amaba y que me iba a querer siempre. Me dio muchos besos y me abrazó. Nos quedamos conversando hasta que llegamos a casa. Después de eso, nos volvimos a ver varias veces más. Fue muy divertido estar con él».
«El primer viaje fue a París».
«Nos conocimos en un café».
«Fue la primera vez en que nos vimos».

El primer conflicto

«Cuando nos conocimos, él tenía 21 años y yo 19. Estábamos en el mismo colegio. Él era muy tímido y yo era muy extrovertida. Estudiábamos juntos y nos veíamos todos los días. Un día, mientras estábamos en clase, él me preguntó si quería ir a tomar algo. Yo le dije que sí. Fuimos a un bar y nos tomamos unos tragos. Después, nos fuimos a su casa. Estuvo ahí toda la noche. Al día siguiente, me desperté temprano y me fui a trabajar. Cuando llegué a mi casa, vi que él no estaba. Me puse a buscarlo y no lo encontré. Me preocupé mucho y llamé a su mamá. Ella me dijo que se había ido a trabajar y que ya no regresaría. Me quedé muy triste y lloré. No podía creer que él se fuera así. Pasaron varios días y no volví a verlo. Entonces, decidí ir a su oficina a preguntarle qué había pasado. Él no me respondió y me dijo ‘no te preocupes, yo sé que estás preocupada’. Me contó que había salido a tomar unas copas con unos amigos y que se iba a quedar hasta tarde.

El primer desencuentro

“Cuando nos vimos por primera vez, él era muy introvertido y ella era muy habladora. Estudiaban juntos y se veían todos los dias. Un dia, mientras estudiaban, ella le preguntó si queria ir a cenar. El le dijo que si. Fuieron a un restaurante y se tomaron unos traguitos. Despues, se fueron a su departamento. Estuvieron ahi toda la noite. Al dia siguiente, ella se levanto temprano y se fue a trabajar pero no regreso. Se preocupo mucho y llamo a su mama. Ella le dijo q se habia ido a laburar y que no volveria. Se quedo muy triste e lloro. No podia creer que se fuera asi. Pasaban varios dias y no volvia. Entonces decidi ir a ver a su trabajo a preguntarlo. El no me respondio y me dijo: ‘no esten preocupadas, yo se que estan preocupadas’. Le conto que habia salido a beber con unos amigotes y que iria a quedarse hasta tarde.”
El segundo conflicto: “Él era muy joven y yo tenía 20 años. Estuvimos juntos durante dos años. Él trabajaba en una empresa de publicidad y yo estudiaba diseño gráfico.

El primer divorcio

«Cuando nos conocimos, él estaba casado y yo no. Yo era una chica soltera que vivía en Buenos Aires y él era un chico que vivía cerca de mi casa. Nos conocimos en una fiesta de egresados de la universidad. Él era muy tímido y yo era muy extrovertida. Estudiábamos juntos y nos veíamos todos los días. Un día, mientras estudiábamos, ella (la ex esposa) le preguntó a él si quería ir a comer. El dijo que sí. Fuimos a un restaurant y nos tomamos unos tragos. Despúes, nos fuimos a su apartamento. Estuvo ahí toda la noche. Al día siguiente, se levantó temprano y salió a trabajar. Pero no volvió. Se quedó muy triste y lloró. No podía creer que saliera así. Pasaron varios días y no volvía. Entonces decidí ir a verlo a su oficina a preguntarle. Él no me respondió y me dijo que no estaban preocupados. Le contó que había salido a tomar unas copas con unos amigos y que iba a quedarse allí hasta tarde.
Yo no entendía nada. Me quedé muy triste. No sabía qué hacer. Llame a su mamá.

La segunda vez que se vieron

“Después de ese día, decidimos separarnos. Él se fue a vivir a otro país y yo me quedé en Buenos aires. Cuando me mudé, él me pidió que me quedara con sus hijos. Yo no quería. Quería volver a estar con él. Pero él insistió y me quedé».
“Él me dijo muchas veces que me amaba y que me quería mucho. Pero yo no sentía nada por él. Yo tenía novio y no quería perderlo. Así que decidí terminar con él”.
“Un día, después de haber terminado con él, fui a su departamento a buscarle. Estaba solo. Me acerque a su puerta y le dije que quería hablar con él pero que no podía entrar porque estaba cerrado. Él me abrió la puerta y me dijo: ‘¿Estás bien?’. Yo le dije: ‘Sí, estoy bien. Estoy bien. Solo quería hablar contigo’. Él empezó a llorar y me abrazó. Me dijo que me perdonara. Que me amaría siempre. Que nunca me dejaría. Que yo era la mujer de su vida. Que todo lo que había pasado era culpa mía. Que no quería que pasara esto. Que él me ama».

La segunda pelea

«Después de eso, decidimos separarnos. Él decidió irse a vivir al exterior y yo quedé acá en Buenos Aires. Cuando nos separamos, él se fue con sus dos hijos a vivir con su mamá. Yo me quedé: con mis hijos, mi mamá y mi hermana. Él volvió a vivir en el exterior. Yo seguí viviendo acá. Y cuando volví a verlo, me di cuenta de que no era lo mismo. No era lo que yo esperaba. No me gustaba cómo me miraba. No entendía por qué me miraban así. Me decía que yo era una mala mujer. Que si yo no hacía lo que él quería, él iba a venir a buscarme. Que ya no me quería. Que quería estar solo. Que necesitaba tiempo para pensar. Que ahora que estaba solo, quería estar conmigo. Que éramos felices. Que estábamos bien. Que teníamos que seguir juntos. Que podíamos ser felices».
“Cuando me mudaron a vivir sola, él vino a verme. Me preguntó si quería que nos volviéramos a ver. Yo dije que sí. Me pidió que fuera a su casa. Yo acepté. Me llevó a su habitación. Me besó. Nos acostamos.

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