El acoso laboral es un problema que afecta a muchas personas en todo el mundo. En Argentina, la Ley Nº 26.485 de Protección Integral contra las Violencias por Razones de Género y Travestis, Transgénero e Intersexuales (Ley Micaela) fue promulgada en el año 2018. Esta ley establece que todas las personas tienen derecho a ser tratadas con dignidad y respeto en el ámbito laboral. El acoso laboral se define como cualquier acto o conducta que tenga por objeto o resultado degradar, humillar, menospreciar, intimidar o menoscabar los derechos laborales de una persona, ya sea por razones de género, identidad de género u orientación sexual, edad, discapacidad, estado civil, embarazo, maternidad, filiación, religión, opinión política, pertenencia a una etnia, nacionalidad, raza, origen étnico o social, condición económica, situación familiar, orientación sexual o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
En Argentina, el acoso laboral puede ser definido como cualquier acción o conducta dirigida a dañar la dignidad de una mujer o hombre, o a menoscabo de su integridad física, psicológica o moral, mediante actos de violencia verbal, física, sexual o psicológica. El objetivo del acoso laboral no es otro que lograr que la víctima renuncie a su puesto de trabajo, lo cual constituye una violación a sus derechos humanos.
Introducción
El acoso sexual y el acoso por razón de género son formas de violencia contra las mujeres y las niñas que se producen en el trabajo. La violencia sexual y la violencia por razón del género son violaciones de los derechos humanos y constituyen una forma de discriminación. Las víctimas de estas formas de acoso pueden sufrir daños físicos, psicológicos y económicos. Los efectos de estas violencias pueden durar toda la vida y afectar a la salud física y mental de las víctimas. Por ello, es importante que las víctimas denuncien estos actos de acoso y que sean protegidas por la ley.
La Ley Nº 27.499 de Protección integral contra las violencias por razones múltiples de género y travestis transgénero e intersexuales fue promulgado en el mes de diciembre de 2018. Establece que todas aquellas personas que trabajan en el país deben ser tratados con dignidad, respeto y sin discriminación alguna. Además, establece que todos los empleadores deben adoptar medidas para prevenir, detectar y sancionar el acoso sexual en el ambiente laboral.
Marco teórico
En Argentina, el acoso laboral es un problema social que afecta a las mujeres, pero también a los hombres, ya que no existe una definición legal clara de lo que constituye acoso sexual o acoso por motivo de género. El acoso sexual es definido como cualquier acto de naturaleza sexual que implique contacto físico o verbal entre dos o más personas, mientras que el acoso basado en el género es definido como:
«todo acto de carácter sexual que tenga por objeto o efecto anular, limitar o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de las mujeres o las personas trans o travestis».
El acoso por motivos de género es considerado como una forma específica de acoso sexual. Se refiere a cualquier acto que tenga como objetivo o efecto limitar, anular o menoscabarse el reconocimiento o goce de los mismos derechos y libertades de las personas transexuales o travesti.
Metodología
1.- La primera etapa es la presentación de la denuncia ante la autoridad competente. En este caso, se debe presentar una denuncia ante el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTEySS). Para ello, se deben cumplir con los siguientes requisitos:
a) Que la víctima sea mayor de edad y que haya sido víctima de acoso laboral durante al menos tres meses.
b) Que el acoso haya ocurrido en el ámbito laboral, es decir, que haya ocurrido dentro de la empresa donde trabaja la víctima.
c) Que exista una relación laboral entre la víctima y el acosador. Esto quiere decir que la víctima debe haber trabajado en la empresa durante almenos tres meses antes de presentar la denuncia.
d) Que existan pruebas suficientes que demuestren que el acosamiento ocurrió. Estas pruebas pueden ser declaraciones de testigos, informes médicos, registros de llamadas telefónicas, correos electrónicos, etc.
e) Que se haya presentado una denuncia previa ante la Inspección General de Trabajo (IGT), si hubiera existido alguna.
f) Que haya transcurrido un plazo prudencial desde la presentación inicial de la queja ante la IGT hasta la presentación ante el MTEyS.
Resultados y discusión
El modelo de demanda puede ser utilizado por cualquier persona que haya sufrido acoso laboral o sexual en el trabajo. El modelo de denuncia es una herramienta eficaz para luchar frente al acoso en las empresas. Es importante destacar que el modelo de demandar no es un procedimiento judicial, sino que es una forma de denunciar el acoso laboral. Por lo tanto, no es necesario tener un abogado para presentar la demanda. Sin embargo, es recomendable contar con un abogado especialista en derecho laboral para que pueda asesorarte en todo momento.
En primer lugar, hay que señalar que el acoso sexual y el acoso moral son dos tipos de acoso diferentes. El acoso sexual es aquel que se produce cuando una persona realiza actos sexuales con otra persona sin su consentimiento. El tipo de acoso sexual más común es el acoso verbal, ya que se basa en comentarios o insinuaciones sexuales. El segundo tipo de abuso sexual es el llamado acoso moral, que se caracteriza por comportamientos como humillaciones, insultos, amenazas, burlas, etc.
Conclusiones
La Ley de Prevención y Asistencia Integral contra el Acoso Laboral (Ley 26.485) establece que toda persona que sea víctima de acoso laboral tiene derecho a presentar una denuncia ante la Inspección General de Trabajo (IGT). La IGT es la autoridad competente para investigar y sancionar el acoso. Además, la ley establece que la IGT debe informar a la víctima sobre sus derechos y obligaciones.
Si bien la ley protege a las víctimas de acoso, también establece que las empresas deben adoptar medidas para prevenirlo. Por ejemplo, las empresas pueden establecer procedimientos para detectar y denunciar casos de acoso y tomar medidas para proteger a las personas que sufren este tipo de violencia. También pueden implementar programas de capacitación para empleados y promover la igualdad de género en el ámbito laboral.
Por otro lado, la Ley de Protección Integral contra la Violencia Familiar y de Género (Ley 27.499) establece sanciones para las empresas que no cumplan con sus obligaciones en materia de prevención y asistencia integral contra la violencia familiar y de género. Estas sanciones incluyen multas económicas, suspensiones temporales o definitivas de actividades y la prohibición de contratar con el Estado.
Recomendaciones
En primer lugar, es importante señalar que la Ley 26.484 de Prevención e Asistencia al Acoso Laboral establece que todo trabajador tiene derecho a:
– Conocer y ser informado sobre las políticas y procedimientos de la empresa para prevenir y asistir al acoso laboral.
– Ser escuchado y recibir una respuesta adecuada a sus reclamos, quejas o denuncias sobre acoso laboral, discriminación o cualquier otra situación que pueda constituir violencia laboral.
Además, la norma establece que el empleador debe adoptar medidas concretas para prevenir el acoso laboral y garantizar la protección de las víctimas. Estas medidas pueden incluir:
– Implementar procedimientos para identificar y denunciar situaciones de acoso o discriminación laboral.
Las empresas deben cumplir con estas obligaciones si quieren evitar que se les impongan sanciones administrativas o penales. Sin embargo, si la empresa no cumple con estas disposiciones, puede enfrentar multas económicas o suspensiones temporarias o definitivos de actividades.
Para hacer frente a estos riesgos, las organizaciones deben contar con un modelo de denuncia por acoso que les permita identificar rápidamente los casos de abuso y actuar rápidamente para protegerlos.
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